Este es el primer artículo y el primer blog que escribo y que mejor ocasión que para mi recién estrenada web, y me hace especial ilusión que las palabras viajar y alma se encuentren en la misma frase.
No es casualidad que siendo agente de viajes de formación y de profesión, aunque dejé el sector del turismo años atrás, siga vinculada al mundo de los viajes, pero de otra forma y desde otro lugar, aligerando equipaje y cambiando sobre todo el destino: ahora viajo poniendo rumbo al corazón.
A través de la terapia regresiva puedes viajar y conectar con lo más profundo de tu esencia, de tu ser. Es la terapia del alma y para el alma: en terapia regresiva trabajamos con el gran viaje del alma.
Soy una enamorada de esta disciplina pues, a través de ella, hice una reconexión total con mi Ser, con mi esencia; reconecté con formas de mi que tenía completamente olvidadas, rescaté formas de sentir, de comprender, de empatizar,…, que había olvidado por completo, recuperé otras formas de amar y, sobre todo, sobre todo, lo más importante, me re-enamoré de mi.
Llevo muchos años en el camino del crecimiento personal, viajando en busca de mí misma y ha sido esta terapia la que me ha dado la consolidación de todo lo aprendido, todos los conocimientos han tomado forma, han trascendido mi cuerpo, mi mente, mi alma y me han traído esta nueva forma de ser- que de hecho no es que sea nueva sinó que estaba olvidada, no reconocida-, esta nueva forma de estar. La terapia regresiva me ha devuelto PRESENCIA
